jueves, 21 de julio de 2011

Dios.

Dios:

Es amor.
"El amor pasará de moda": 
Hablemos de Adán. Hablemos del boludo ese que se la pasaba en el paraíso jugando a la Wii en un televisor led de 42 pulgadas mientras comía de un tacho de Pringles de queso y cebolla mágico que nunca se acababa y se servía Coca Cola de las canillas. Hablemos de él, que no supo plantarse lo suficiente cuando dijo "¡Pará loco! ¿Qué estás por hacer? ¡Esa costilla es mía! Ubicate un poco, vieja. ¿Te pintó la de Jack el destripador? No es así, Dios. No podés ir por la vida arrancándole pedazos a la gente para crear a otra, tráeme un perro si querés que tenga compañía".
Pero a Dios, que es malvado y no le tembló el pulso al momento de ponernos personajes espantosos en nuestro mundo como Hitler, Videla o las hermanas Xipolitakis, tampoco le tembló cuando miró a Adán y le dijo: "¿Te hacés el loco? ¡Te voy a dar el peor de los males maldito hippie que se la pasa desnudo por mi jardín! ¡Te voy a dar alguien para que te enamores!".
Y así Adán se enamoró de Eva, que era bastante turra y se la hizo pasar  mal a Adán hasta que Dios los terminó echando del paraíso. Ambos terminaron estudiando Letras en Puan.
Bueno, la historia no fue tan así, pero podría ser. ¿Sería justo hablar de Adán como el primer boludo? ¿Podríamos echarle la culpa de todo? Probablemente no, pero tengo fundamentos estudiados en diferentes universidades norteamericanas, o tal vez no y voy a declarar que sí porque si no se me cae todo el resto que tengo preparado. Desde hace miles de años el amor nos ha hecho mandarnos cagada tras cagada. Adán renunció a las gaseosas y los snacks ilimitados por una boluda que se comió una manzana. Cualquier persona en su sano juicio hubiera gritado "¡Hechicera! ¡Hay que quemarla! ¡Es una bruja!" y se hubiera salvado de la expulsión del Disneylandia versión Antiguo Testamento.
Pero Adán no era una persona en su sano juicio, era una persona enamorada.
¿El amor es algo natural? ¿No es una construcción cultural? Antes la gente se prometía amor para toda la vida. Pero cuando se implementó eso, "toda la vida" eran 35 años cuidándote con las comidas con toda la furia. Ahora que llegamos a bancárnosla todo un siglo, ¿cómo se puede sostener eso? ¡Es una locura! Deberíamos dejar de prometer el amor. En realidad, deberíamos dejar de usarlo.
Me imagino en un futuro a la gente hablando del amor como se habla ahora de las cosas con hombreras. "¿Te acordás cuando todavía se usaba el amor? ¡Qué horror! Yo lo usé un par de años, no quiero ni ver fotos de esa época."
Todo pasa tan rápido que ni nos damos cuenta. El amor tarde o temprano también pasará de moda. Pero lamentablemente... parece que siempre me gustó lo retro.

Es Fútbol.
"Maradona, Charly y otros cuentos":
Soy la mina mala onda que no entiende cuando alguien quiere comparar su pasión por la música con la de otro por el fútbol: una es arte, lo otro un deporte, no hay nada que discutir. Soy la que en medio de un partido pregunta qué tiene de divertido el ver correr una pelota a once hombres adinerados que se acuerdan cada cuatro años de que son argentinos. A lo que voy es que si hay un ejemplo de alguien a quien no le gusta, no le interesa y que no piensa escribir sobre el próximo Mundial soy yo. En ese caso, habría que preguntarse por qué alguien tan escéptico con respecto a este tema siente la necesidad y la afinidad como para estar hablando de él. Creo que para ello hay una sola respuesta y todos sabemos cual es (esto es para que se sienta mal el que no entendió)
Galeano dijo una vez que Maradona era un Dios pecador, lo que lo volvía el más humano de todos los dioses. Tengo 19 años, lo que significa que casi no vi jugar a Diego porque era muy chica cuando él ya se estaba despidiendo del fútbol.  Viví más a ese Diego pecador que a aquel que supo regalar alegrías a todo un país y es por eso que jamás entendí ese fenómeno que provocaba. Me parecía un tipo en franca decadencia que se peleaba constantemente el podio por quién sufría la peor resaca posgenialidad junto Charly García. Otro Dios muy humano.
Pasaron los años y pude lograr entender por qué este tipo con una personalidad tan chocante podía representar tanto a un país. Me tomó tiempo descubrir que también había una sola respuesta para eso: Todo tenía que ver con el merchandising que Dios (el del cielo) quería tener en el mundo, específicamente en Argentina, más específicamente el barrio de once. Él quería que su imagen recorriera el mundo. Al ser comparado con un buen jugador de fútbol, sólo iba a generar simpatía en todo aquel que lo nombrara, ya que ponían a un humano a la altura de. ¿A la altura de qué? Siempre me pregunté.. los ateos que siguen a Maradona, ¿le dicen Hendrix?, onda Diego Armando Hendrix de Zappa. En fin, parece que el mercado está MÁS ALLÁ de todo.

F.C

viernes, 1 de julio de 2011

Salir a cenar.

Los argentinos somos muy de ir a cenar. Nos gusta y lo hacemos mucho. Pensé en eso.


HAY VERDADES, CASI LEYES:


Las papafritas claramente son de todos. Por más que las haya pedido uno solo y las vaya a pagar a él, son un patrimonio común a los comensales de la mesa y no corresponde que el ‘dueño’ se moleste ni nada por el estilo. Si pedís papafritas, sabés a lo que te atenés. Lo mismo que cuando sacás un paquetito de Halls y hay tres personas alrededor tuyo. Te van a pedir y vas a DAR, no te sientas mal por eso. 


El pan y la manteca son una tentación del diablo. No porque ‘engorden’ ni ninguna de esas estupideces, sino simplemente porque vos pediste un plato que te va a salir carísimo y estás frente a la comida más barata, rápida, rica y adictiva del restaurant. En especial cuando hay panes redonditos. 


Van a cambiar cosas en todo el Cosmos e incluso van descubrir la cura contra el cáncer, pero hay cosas que no cambian. Las botellitas de vidrio de gaseosas por ejemplo.


Se dejó de usar el pinchito aquel para poner la cuenta y ahora la colocan dentro de una especie de librito. ¿Cuándo desapareció el pinchito? ¿Por qué? ¿Lo consideraron peligroso? ¿Marley se lastimó el dedo y pidió que lo cambien? Misterio. 


Nadie sabe por qué le preguntamos al mozo: ‘Está buena la entraña?’. Mirá, es el mozo. Trabaja ahí. No creo que te diga que está fea. Tiene que ser un mozo o muy hijo de puta o muy fiel a sus convicciones para decirte la verdad (y es un mozo).


HAY DIFERENTES TIPOS DE MOZOS:


El mozo clásico: Imposible tener más arrabal encima. El mozo clásico de Buenos Aires que transpira tango. Son esos mozos viejos con chaleco que se trasladan rápido por el restaurant en el que trabajan desde hace 30 años. Los que siempre están serios y te hablan seco, pero son efectivos como pocos. Pueden apoyar en su antebrazo cinco platos sin que se les caiga uno. Cuando destapan las botellas, levantan la vista y controlan con la mirada todo lo que pasa en el lugar.


El mozo poeta: Generalmente es gente mayor también, pero más posmoderna. El mejor ejemplo que tengo trabaja en el restaurant ‘El Anticuario’ de Mar del Plata y yo lo llamo César. Tipos que sienten la comida, casi que tienen sexo con ella. La describen con precisión y apelan al uso de metáforas. Usan otro tipo de vocabulario. César, por ejemplo, no mezcla las ensaladas, las 'traspola'.


Los mozos que tienen que estar buenos: Se los encuentra en Palermo. Muchachos jóvenes, fornidos y bien parecidos. Prolijos. Jamás en su vida van a tener las habilidades del mozo clásico, pero caen bien porque son simpáticos y macanudos. Los que trabajan en la confitería del Malba son así y parecen arqueros de la B nacional.


Las mozas que tienen que estar buenas: Onda pub. Mujeres con cuerpos voluptuosos. La mayoría de los hombres sienten que lo hacen por ellos, que tienen ese cuerpo y que se pasean por ESE restaurant sólo por ellos y hasta suelen hacerle piropos y reírse cuando la chica se va sonriéndo falsamente.


La moza indie: No le gusta que la llamen moza, porque ella no se considera así. Simplemente es una persona que justo está atendiendo un café. Tal vez el lugar es de un amigo suyo y ella está ayudando por el momento. Tal vez ella es la dueña, pero sigue sin ser una camarera. Discretas. O son muuuuy suaves o medio mala onda con cara de insatisfechas. Parecen sacadas de una película europea. Hay algunas en Palermo y en los bares aledaños a facultades.


El mozo ‘copado’: Es, básicamente, el del Hard Rock. Un idiota que antes de saludarte te dice que se llama ‘Gastón’. Se hace el gracioso y tira chistes pésimos que como no tienen remate, terminan con un ‘jajaja joda’. Cada dos minutos dice ‘chicos’. ‘Chicos, qué van a tomar, chicos? Dale, chicos.’ Me retrotrae a los tarjeteros. Quién le dijo a esta persona que ESO es caer bien?


HAY PROBLEMAS CON LA CUENTA


Un grupo de amigos la pasa muy bien cuando va a cenar. El problema es cuando llega la cuenta. No porque sea mucho, sino porque cada uno de nosotros se enfrenta al mismo problema.
-A ver cuánto soy yo
-Pasame la cuenta
-Pará
-Dámela
-Bancá
*otro la toma*
-Decime cuánto soy yo
-Vos sos 54.
-Eh? Ni ahí.
-Ey, pásenla para acá.


Ese es el primer problema, que pasan dos horas hasta que cada uno logra poseer la cuenta por un minuto y hace bien su suma. Pero hay un obstáculo mucho peor a vencer. Este:
-Yo pago con 100.
-Yo también tengo 100 pesos.
-Yo también.
-Alguien NO tiene un billete de cien pesos?
-Yo tengo 50, pero no comí.


La permanencia del grupo de amigos en el restaurant puede durar toda la noche. Pasan las horas y cada uno sigue mirando preocupado su billetera, como si mirándola fijo pudiera aparecer cambio de la nada, billetitos de San Martín, Belgrano y Rosas. Después de mucho meditarlo, te cagan a VOS. 
-Hagamos una cosa. Pagá vos y nosotros después te devolvemos.


Aclaración: ese sistema NO funciona. Lo probaron en más de cincuenta países y siempre hubo uno al que lo terminaron estafando. 

Teoría de la Mirada Penetrante y Profunda:

"Te quiero, le dije. Y él me aplicó la técnica de MPP o Mirada Penetrante y Profunda".
Hilemos fino. MPP es una mirada masculina que data de toda la vida y que la mujer instintivamente (nadie habla de este instinto, pero viene incorporado en la femeineidad) traduce a "me miró con cara de..." seguido de un párrafo con contenido emotivo pegajoso más conocido como "de cosas lindas", que la mujer atribuye a una discapacidad verbal en un área del cerebro que tiene que ver con la expresión sentimental. Ejemplifique: “le dije que lo quiero y me miró con cara de que él también, de que me extraña todos los días, que me mira el Facebook y no le gustó nada que me comenten la foto en bikini, no sé cómo explicarte, pero me miró y yo no necesité más nada, es obvio que a él le pasa lo mismo que a mí.”
¿Por qué son tan ingenuas de rellenar sus vacíos con todo lo que les gustaría escuchar? El tipo no te quiso decir que él también, punto. No hay nada para entrever. Encima, algunos, los más audaces, la hacen premium y le introducen el plus Beso Seguro post mirada. Beso que se interpreta como un sello de todo lo que se descubrió en MPP, como una rúbrica, una confirmación: “sí, siento todo eso que vos pensás que siento pero soy tan incapaz de manifestarme porque tuve una mamá sobreprotectora que este es mi único canal de transmisión. Pd: es increíble cómo nos entendemos”.
Así que al final ella le dijo que lo quiere y él, con esa mirada sostenida, lo convirtió en un te quiero retórico, dejando que se ilusione en base a sus propias ilusiones, dejando que lo imagine en su mesa de navidad, riendo con esas carcajadas que incluyen tirar la cabeza para atrás y golpear la mesa o la pierna con la palma de la mano como pidiéndole pido a la diversión.

viernes, 15 de abril de 2011

Como caerle mal a tu psicólogo.

1) Hacé una pausa entre cada situación que le comentes y advertile ‘che, esto te lo cuento a vos, eh?’. Repetí la operación cada dos minutos: ‘o sea, no lo hablo con nadie a esto, queda entre nosotros, o se supone que asi debería ser’

2) Recostate boca abajo sobre el diván. Comentale que te molesta un poco la luz de la ventana y pedile que baje las persianas, para ‘poder pensar mejor’. Al rato, pedile que las vuelva a abrir porque no se ve nada.

3) Preguntale qué escribe. Te va a responder que eso es privado, pero comentale que lo que querés saber es si pone palabras sueltas, títulos o escribe párrafos. Además cuando mire la hoja más de una vez preguntále si lo aburrís.

4) A cada cosa que él diga, respondele ‘bueno, esa es tu opinión, no?’

5) Asegurate de demostrarle que él tiene más problemas que vos. Preguntale por qué es tan silenciosa su casa, dónde están sus hijos, si juega con ellos y si todavía no se dió cuenta que el matrimonio funciona muy mal como institución.

6) Demostrale que vos también podés analizar al paciente anterior. Tirale frases como ‘muy inseguro el tipo, no? Bah, me dio esa sensación, como que está muy solo. Amable el hombre.’

7) Cuando él te abra la puerta y cordialmente te salude con un ‘qué tal?’ respondele ‘y... mal. Si no, no vengo’.

8) A la hora de pagarle, entregale un sobrecito con los billetes y decile "Con todos los meses que vengo entrándo a este cuarto ya podrías comprár un diván nuevo no?"

9) Cuando vos ya estés recostado en el diván y él esté sentadito con su cuaderno abierto y una lapicera en la mano, preguntale dónde está el baño.

10) En el momento en el que él acaba de darte su análisis sobre lo que te pasa, contrarrestale ‘bue, la biblia dice que…’

11) Decile que soñaste con él, que los dos estaban en un parque de diversiones comiendo del mismo copo de nieve, que venía el Capitán del espacio, leía en braile y se iba; que sonaba de fondo Janis Joplin pero con la voz muy aguda, que al final no era un parque, sino el patio de la casa de Darín y que terminaban él, vos, su psicólogo y Lacan fumándo pipa. Pedile que lo interprete.

12) Tené "vergüenza" sobre vos mismo y usá el recurso estúpido de contarle alguna situación a través de ‘tengo un amigo que…’

13) Sentate en el diván, miralo a los ojos y decile ‘ayer pensé en suicidarme’. Hacé una pausa de 30 segundos y aclará riéndote ‘no, mentira, mentira. Risa estridénte.

14) Si hacés stand up, probá material con tu psicólogo: ‘el otro día estaba en el subte y me dije…’ Si no se ríe, preguntale si el remate no es lo suficientemente contundente y proponéle pensar uno juntos.

15) Cuando busques un horario específico para otra sesión y él te diga que lo tiene ocupado, miralo con cara de pícaro y decile ‘Te está yendo bien, no?’.

sábado, 2 de abril de 2011

Hablemos del Subte.

La estación adecuada aparece casi inesperadamente. Las conversaciones que dos amigos sostienen sobre la facultad no son lo suficientemente dinámicas como para extender los túneles y las puertas se abren. La charla tan amena se corta abruptamente con un ‘Uh, yo me bajo acá’ y la despedida se limita a un chau. No hay beso, abrazo y a veces ni siquiera dos manos que se estrechan.

Esa es una de las conductas que me llaman la atención del subte. Bajo tierra somos diferentes. Las puertas asesinas se abren y sale una masa de gente caminando rapidísimo, más ligero de lo que lo va a hacer después en la calle. Todos van rápido y a un mismo lugar. Te da la sensación de que están enojados y yendo a cagar a trompadas a Macri (por hacernos viajar tan mal y prometer 10 km por año), pero no.  La gente siempre tuvo esta actitud robótica.

Apostados en paralelo a las vías hay una línea de televisores de tubo. Nadie los mira. La programación de Metrovías es la muerte. Hay un programa sobre un mago, otro sobre un desconocido con fondo neutro que te enseña sobre marketing y… LOS PEQUES. Los Peques es una animación argentina que no tiene un target muy claro. Son unos bichitos feos del sur que viven en un mundo de paleta demasiado apagada para que los chicos disfruten del show. Ni siquiera pudieron contratar buenos actores. Las voces son voces comunes llevadas a un pitch muy agudo, igual que Alvin y las Ardillas. Eso artísticamente es pobre. Insoportable.

Pero volvamos a los subtes en sí, a los coches. A diferencia de los colectivos, acá cuando hay un asiento libre la gente no se pelea por ser amable del tipo:

-Sentate.
-No, por favor.
-Dale.
-Sentate vos, en serio.
-Pff…
-Sentate.
-No, no, sentate vos.
-Yo ya me bajo.
-Yo también.
-Sentate.

Una lucha entre dos forros que se mueren por sentarse pero que quieren demostrarnos su fuerte sentido ético plagado de reglas de urbanidad idiotas. En el subte no es así, porque la gente que no se conoce, nunca habla entre sí.

A veces los trenes están retrasados o hubo un problema y nuestro subte se para. Se detiene y el sonido ambiente se limita a murmullos quejosos. Muchos ya estamos acostumbrados y no hacemos nada, pero también están los que quieren hablar del tema y no saben con quién. Ponen cara de complicidad y buscan a alguien, miran. Si vos justo los estabas mirando y ellos te vieron mirándolos, te convidan un ‘Je!’ como eufemismo de ‘qué país…’. Pero antes de que consigan a otro, el subte reanuda su marcha.
Luego aparecen los mimosos que se quedan dormidos y te apoyan la cabeza en el hombro,los que leen de reojo lo que VOS estás leyendo y las chicas que hacen sopa de letras mientras escuchan Arjona en sus celulares. Están los observadores que le clavan los ojos a cada uno de los pasajeros para inventar sus vidas y los arriesgados que viven al límite, realizando todo el viaje apoyados en la puerta e impidiendo a veces el cierre de la misma, por más que duela. Ciertos usuarios quieren probarte que son más habitués que vos porque tienen tarjeta Monedero. Hay artistas que son copados y otros que por ser zurditos se piensan obligados a estar sucios y tocar una quena, el instrumento musical con el sonido más seco, ronco e inexpresivo.

"Cosas que no entiendo de las mujeres" (siendo mujer)


Aunque Freud era un psicoanalista que se aventuraba en lo más profundo de las mentes de las personas, nunca pudo entender verdaderamente a las mujeres. En repetidas ocasiones se pregunto ¿Qué piensan las mujeres? . Freud no tenía mucho contacto intimo con ellas a pesar de que rompiera una regla de oro al psicoanalizar a su hija Ana.
 Entiéndase que no es una apología al machismo, pero tampoco una crítica constructiva. Son sólo cosas que no entiendo de aquellas mujeres de hoy y sus varios asuntos. Una cosa es la femeneidad, y otra muy distinta es.. la estupidez. 


1- Hablemos de las horas de comunicación telefónica. Tengan o no tengan algo interesante que comunicar, las horas telefónicas no bajan de las dos horas. ¿Siempre es con alguna amiga cercana?, no. Pueden hablar hasta con sus suegras, la vil compañera del secundario que nunca soportaron, los vendedores de "promociones" de Speedy, una amiga de su hija, con su ex, para preguntarle cómo está, pero en posición de amigos "sin rencores", etc. Si se da el caso de una denominada "adolescente" ocurre lo mismo, cuentan todo lo que hicieron o van a hacer el fin de semana, hablan de vestimenta, hablan de lo que les dijo él y hasta de lo que les hizo, hablan hablan hablan. ¿Acaso no es más interesante tomar un café y mirar a los ojos, como para variar las cosas?.
2- Hablemos del "EX": Todas tenemos uno. Algunas tienen varios. Es esa raza sin extinción que todas portamos o portaremos. En las primeras horas de su separación, plasman todo su despecho en las conocidas redes sociales, y hasta hacen abuso de dichos de abuelas y canciones poco merecedoras de llamarse de tal modo. Ejemplos:
A) Messenger: "Mejor sola que mal acompañada"
B) Facebook: " Si para vos yo soy un juego, entonces GAME OVER ! "
C) Twitter: " Lo único que nos separa sos vos" #despechogeográfico.
A medida que pasa el tiempo, pretenden vengarse de esa persona que tanto mal les hizo, y después de llamados y mensajes ebrias, tipo cuatro AM los sábados, suben fotos de perfil a Facebook, claramente queriéndo provocarlo:
Chicas, esas fotos con poca ropa que suben a FB esperando que sus ex digan "uh, lo que me perdí', en realidad logran el efecto "menos mal".
Ni hablar de canciones que les recuérdan a él, de determinados lugares, de la "PUTA" a la que ahora lleva de la mano.. en fín.
3- Hablemos del baño. Ese lugar al que: Ó le temen o hay Happy hour bastante seguido, porque realmente no encuentro razón por la cual se acompañan. Si por cada vez que escucho ¿Me acompañás al baño? me regaláran un vinilo de Dylan, estaría bastante más feliz que ahora. Además vuelven risueñas y de un particular buen humor.. da que pensar.
4- Hablemos del "Hace lo que quieras". Subtitulo: hace lo que te dije antes. Cuando una mujer emplea estas conocidas palabras, hace referencia a algo ya dicho anteriormente. Un no es un sí, un tal vez es un no. Un sí es un, tal vez mezclado con un no y salpicado por un quizás. Media pila, ¿Tanto cuesta decir lo que realmente necesitás o no?. Tal vez piensen que de esta manera, años posteriores hablen de su similar vida en "The Histery Channel", pero NO.
5- Hablemos de música. Generalmente (esa palabra hace referencia a algo generativo, no pronuncia totalidad), escucho a varias mujeres decir que se agotan entradas para "Luismi", que no su novio no las quiere acompañar a ver a Alex Ubago y no saben porqué si es DIVINO, que se pusieron mal cuando R. Martin "salió del clóset", que estaban bailando "La despedida" y las vió el vecino..
Son las mismas que cuándo les preguntás qué escuchan responden: No sé, escucho DE TODO. (Traducción: Mis parámetros musicales no avanzan de Ale Sanz, y no nombro a Arjona porque ya es cliché.
6- Hablemos de cine y televisión. En cine se limitan a comedias románticas, pero ojo, en aspecto televisivo son más amplias mentalmente. Gran hermano, esas novelas de Suar, que van entre las 21 y 22 has, del tipo "Valientes", Jorgito Rial (al cual ya lo nombran como un familiar, y lo ven más que a sus padres), alguna que otra novela del 9, esas que hablan neutro, etc. Y ya que nombramos a las mujeres en relación a la televisión me gustaría decir algo con suma violencia oral: La obstrucción mental de las conductoras de "Plan TV" supera todos los límites.
7- Hablemos de indumentaria. "No tengo que ponerme", "Todo me queda chico", "Esto ya lo usé el sábado pasado", "Fran ya me vió con esta remera". Fraces célebres que no podemos ignorar. Y ni hablar de los Shoppings, pueden pasan horas ahí adentro, sin ver la lúz del sol y todo por buscar tres horas un jean "que me quede bien".
8- Hablemos de la dieta. Esa que arrancan siempre el lunes, del gimnasio por el cual pagan un mes y van dos veces, de los permitidos que pasan a ser de uno por semana a uno por día. Nena, la anorexia no es "cool".
9- Hablemos del alcohol. Adolescentes que tienen la facilidad de tomar dos vasos de cerveza y estar "alegres". Me gistaría que me avisen cuál es la marca de la misma, ya que tengo que gastar bastante dinero para reírme un poco más de lo normal. Además suele revoler el pelo, fotografiárse en ese estado, para que quede confirmado de manera explícita que son malísimas y rebeldes. La rebeldía se asocia a la palabra revolución, cambio, independencia. "Me comí a tres flacos porque estaba ebria", no linda: El alcohol no cambia quien sos, sólo lo revela.
10- Hablemos de frases célebres. "No le hablo nunca más", "Me levanté con el pelo horrible, humedad forra", "Esperá, todavía me tengo que bañar, vestir, peinar, maquillar, hacer la planchita, plantar un árbol..", "No me gusta, es un amigo, nada que ver", "No me llamó, lo llamo?".

jueves, 24 de marzo de 2011

Hablemos de: "El superador: Especie urbana"

A lo largo de mis días me topé, en varios casos, con otro personaje urbano que van a saber identificar. No estoy hablando ni del diariero, ni del taxista ni del colectivero. Hablo de ‘EL SUPERADOR’.

El superador es esa persona que, simplemente, te supera en lo que sea. Cuando vos comentes cualquier cosa que contenga número o cantidad, a él le va a parecer poco y te lo va a redoblar. Las características que definen a alguien como un macho o una persona ruda tratan de ser reunidas por el superador. Todo lo que implique resistencia física o mental a algo te lo va a discutir así:

Ej:
i)
-Boludo, no doy más, dormí 4 horas.
-4? Yo dormí 2.

ii)
-Ah, Dios, tomé demasiado boludo.
-Qué tomaste?
-4 tequilas, dos fernet con coca y una cerveza.
-Nada más?
-No…
-Yo me bajé 8 tequilas, un fernet y dos speed con vodka.
-Y no vomitaste?
-Nah.

Ya lo van ubicando? Seguro que tienen algún amigo/conocido así. Nunca te vas a acostumbrar a esta actitud, siempre te va a caer un poco pesada. El superador es el mismo que en la primaria te discutía la fuerza de su papá sobre el tuyo, y que cuando vos decías ‘el mío tiene fuerza hasta el cielo’ él respondía ‘el mío hasta el universo’. Vos retrucabas ‘el mío tiene fuerza hasta el infinito’ y él, superador como era, te tiraba un ‘mi papá tiene fuerza hasta el infinito punto rojo’.

Esa persona ahora evolucionó en esto, en un ser humano que no se va a sorprender jamás con algo que a vos te sorprende, porque él ya lo vio todo. Todo. Él tal vez tenga 18 años también, pero no importa, con su corta edad ya conoce las locuras del mundo lo suficiente como para que algo le haga decir ‘oh!’.
Es joven pero tiene un pasado demasiado oscuro. Demasiado. Pudo  haber sido hace un mes atrás, o tal vez a los catorce, pero él te dice que pasó, que en verdad ocurrió. Si le hablás de drogas, él fue adicto. Si sos de ir mucho al casino, él apostó 50 lucas y las perdió, y suerte que sus papás estaban de vacaciones porque si no también apostaba a #suvieja. Incluso también te gana en cosas que no lo hacen quedar como un genio.
Si tenés pruebas para superarlo: Su ojo derecho  va a empezar a vibrar y su cuello va a presentar una torsión. Le va a costar mantenerse en pie y su cuerpo va a emanar el sonido de computadoras trabajando, combinadas con la voz de una mujer que te ruega ‘please, call technical support’. Si no lo hacés a tiempo, se produce un terremoto de 8.1 en la escala de Richter, toda la piel del Superador cae al suelo y de su boca salen conejitos, que tratan de escaparse rápido de la pronta autodestrucción. Tapate los ojos, cubrite la cabeza y corré en círculos o algo, porque va a explotar.
Por eso, al superador, que es primo hermano del mitómano, nunca hay que confrontarlo.